ANGEL
PASCUAL RODRIGO
Del
3 de diciembre de 2006 al 7 de enero de 2007
SALA CARMEN DE BURGOS
Paraje de los Albacetes | 04115 Rodalquilar (Almería) Tlf.: 950 389 838 | carmendeburgos@terra.es
Ver video sobre la obra en la exposición - 7:43 minutos |
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| PASS-BACK Acrílico / papel. Cada pintura. 20 x 20 cm | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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AL VOLVER A PASAR por la Sala Carmen de Burgos en Rodalquilar, Angel Pascual-Rodrigo nos trae una propuesta en donde conviven la pintura y el cine como páginas de un mismo libro. El espectador las va pasando como si leyese una historia que en sí misma depende de cada experiencia personal. Se trata de una reflexión sobre la ilusión, sobre lo que hay o no hay de común y distinto entre estas dos disciplinas artísticas, sobre lo que son y lo que no son, lo que aportan y lo que no... y en definitiva sobre lo que podrían ser según lo piensa, lo siente y lo sueña cada persona. Para ello, la muestra pictórica se complementa con la proyección de cinco películas elegidas sin aparente relación con la pintura y un breve cortometraje realizado por el propio autor, utilizando unos recintos comunicantes en los que el cine y la pintura se entremezclan. En el modo de plantear cada muestra de su obra, el artista usa intencionalmente el leit motiv, el flash back, el travelling, las secuencias, las panorámicas... Sin embargo, sus pinturas no evocan películas en particular. En esta ocasión, lo que sí evocan son los ecos que permanecen en él de su anterior paso por esta tierra lorquiana, cinematográfica y en cierto sentido homérica.  TIEMPO
/ ARENA / TIEMPO Óleo
/ tela y madera en 3 piezas. 19 x 175 cm.
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LA
NATURALEZA es el tema permanente
y central de toda la obra de Angel Pascual Rodrigo. Lo es desde que a
mediados de los setenta tomara conciencia de la necesidad de defender
sutil e intelectualmente la conservación del equilibrio
ecológico y del sentido de lo sagrado. Esa fue la causa de que
abandonara la ciudad para vivir en un medio menos contaminado y de que
su pintura evolucionara desde su Pop inicial hacia lo que
él denomina Romanticismo postindustrial, perseverando en su
dedicación al paisaje como lenguaje y sistema simbólico
pleno de la Naturaleza y el Hombre. PINTURAS
Y ESTAMPAS...
acrílico, óleo, estampa digital... sobre tela, tabla,
papel y otros materiales... y
objetos luminos realizados con técnicas diversas de
vinculación cinematográfica y pictórica.
SOBRAN
LAS PALABRAS Óleo
/ tela en 2 piezas. 31 x 184 cm.
COMENTARIOS DE ANGEL PASCUAL-RODRIGO SOBRE LAS 5 PELICULAS ELEGIDAS No se trataba de elegir ni las 5 mejores de la historia del cine ni las que más nos han gustado en nuestra vida. Lo que hemos buscado es crear un todo en el que se establece un juego de afinidades --tanto en forma como en contenido-- entre mi perspectiva plástica y la de las obras cinematográficas elegidas. El juego establecido entre pintura y cine no relaciona apariencias directas --como ya se anuncia en el catálogo-- sino planos más sutiles, ya sea por armonía o por complementariedad. Puntos en común de las cinco: No son producciones grandilocuentes ni superficiales. Conforman puentes entre Oriente y Occidente o entre los tiempos antiguos y los modernos. Nos hacen reflexionar sobre el valor de las pequeñas cosas y sobre toda esa gran riqueza, sobre lo pequeño y lo grande que podemos ir perdiendo al dejamos llevar por el continuo fanatismo de la novedad por la novedad o al apalancarnos en la inercia inmovilista del desconocimiento.
Considero esta película coreana como una obra maestra. Sus imágenes son bellísimas, su contenido es profundo y operativo, su realización es adecuada y efectiva. Su autor, Kim Ki-Duk, es ya un autor de referencia mundial a pesar de su relativa juventud. Son muchos los puntos de afinidad con mi pintura. La naturaleza tiene un notable protagonismo en todo el film. Los paisajes, los colores o los animales no son simples elementos estéticos, son símbolos fundamentales del lenguaje. Adelantemos, como ejemplo, que las puertas sin paredes que aparecen en el film representan la autodisciplina. Por ello es recomendable ver la proyección, tras la película, de las explicaciones extras del film, pues explican el simbolismo preciso de cada elemento del guión. También explican la gran admiración de Kim Ki-Duk por Eric Rohmer --el director de otra de las películas de este ciclo-- a quien cita junto a Vivaldi como importantes autores en la tradición artística sobre las estaciones.
La vida está llena de aromas, dice la carátula de esta película. Esa es la estimulante y simple idea de esta encantadora obra que, de paso, brindamos como homenaje personal a Catalina, la maga de las especias del Hotel de Naturaleza Rodalquilar. Hay películas, como ésta de Tassos Boulmelis, que nos dejan dulces aromas y que su sabia condimentación a base de pequeños toques las coloca en nuestro recuerdo como grandes obras. La acción ocurre en Estambul y en Atenas. Está
coproducida por Grecia y Turquía, lo cual es de celebrar dados
sus largos conflictos históricos. Es un claro y cordial --cordial viene del latín cor,
cordis, corazón,
esfuerzo, ánimo-- puente entre mundos.
Otro puente entre culturas que también nos deja una sonrisa profunda y cordial. Resulta sorprendente cómo la película consigue ir disolviendo, transfigurando y alquimizando los dramáticos temas que plantea, ello es posible gracias al savoir faire del director francés François Dupeyron junto a la magistral y encantadora actuación de Omar Sharif, quien obtuvo con esta interpretación importantes premios en 2003 y en 2004. Está bien traida la mención a vuelapluma del sufismo, pues es una corriente de sabiduría interior y universal esencial en el Islam desde sus primeros tiempos y hoy es significatívamente perseguida por las corrientes fundamentalistas modernas. Aunque no sea cierto que los sufíes beban normalmente bebidas alcohólicas, como se insinúa en el film, sí es cierto que el símbolismo del vino y la embriaguez espiritual son elementos comunes que eventualmente pueden tomar sentido literal en cierta medida. Si hubiera de buscarse el punto de afinidad de esta película con mi pintura sería el que ambas buscan con sencillez el efecto alquímico del vino espiritual.
Una sorprendente película documental coproducida por Alemania y Mongolia. Bajo la dirección de Byambasuren Davaa y Luigi Falorni, una familia de nómadas del desierto de Gobi interpreta su propio papel, no son actores profesionales y su espontaneidad es encantadora. La aparente sencillez de la historia plantea cuestiones tan decisivas para nuestro mundo global como la disolución de las tradiciones centenarias y la seducción de las invenciones modernas. En esta historia el elixir no es el vino sino la música, ella muestra la capacidad transformadora implícita en su naturaleza primigenia.
Esta
increíble película hubiera sido nuestra elegida para la
proyección inaugural si no fuera porque ese momento festivo no
es propicio para una obra tan reflexiva. Puede considerarse que Eric
Rohmer dio con esta obra su lección magistral postrera. El
público francés, tan apegado al mito de su
revolución, no la aceptó bien. La sabia reflexión
contenida en los diálogos está enmarcada con unas
imágenes excepcionales, están tratadas virtualmente de
modo exquisito y logran mostrarnos los hechos como si los
viéramos a través de estampas o pinturas de la
época. También son de destacar los sonidos de la banda
sonora, la expresiva y significativa ausencia de música, los
sonidos naturales del silencio y la soledad en medio del bullicio de la
barbarie.
Programa
de proyecciones
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